martes, 10 de enero de 2017

Anatomía de un instante: la retirada de Pirri

15 de Mayo de 1981
Real Madrid CF - España (Partido Homenaje a José Martínez "Pirri")
Estadio Santiago Bernabéu
Foto: Raul Cancio.


Atrás quedan 16 temporadas jugando al mas alto nivel con un ultimo episodio de 32 minutos sobre el césped. Una procesión de saludos a compañeros y amigos tras el cambio, hasta que se encamina hacia la soledad de la caseta. Estando allí sentado todavía le llega el eco lejano del runrun de las gradas, esas que volverá a pisar como simple aficionado. Puede que hasta este momento no haya sido consciente del paso que acaba de dar. Cierto es que no llega a ser una retirada real, puesto que aún le queda un año mas jugando en el dorado retiro mexicano, pero claro esta, no es lo mismo.

Apenas 2 personas en el vestuario: el jugador y el fotógrafo, que aprovecha su amistad para captar el instante, guardar el recuerdo. Un banco de madera, multitud de ropa colgada de las perchas, zapatillas tiradas por el suelo, cierto caos ordenado y el silencio. El silencio y la soledad. Un vestuario vetusto, alejado de las comodidades de hoy en día y que da sus últimos coletazos antes de la reforma para España 82, acoge al excapitan. Retornó a Chamartín para jugar su encuentro homenaje y los recuerdos se le agolpan en vorágine.

La mirada perdida, quizás pensando en lo sucedido hace unos minutos. Se acabo la tensión, la responsabilidad, la exigencia que obliga esta camiseta. Es posible que recuerde aquel lejano debut en 1964, aquella final copera que finalizo con su brazo en cabestrillo, aquellas charlas de Don Santiago, las alegrías de los títulos conseguidos, las tristezas de las derrotas inesperadas e inmerecidas... quien sabe. Su larga carrera con la elástica blanca dio para mucho.

Suerte o desdicha, según se mire, propicio que por las lesiones de Puskas & Suárez tomara la alternativa frente a un rival de alcurnia: el CF Barcelona. Comenzó como Martínez, en Chamartín no gustaban mucho los apodos, pero Pirri se fue abriendo paso en el corazón del aficionado con múltiples muestras de garra, fuerza, pundonor y compromiso. El hincha supo valorarlo y recompensarlo para lo cual llenó, como había realizado en escasos homenajes, las gradas del Club de Concha Espina.  

Un futuro amable con Sonia y sus hijos al otro lado del charco, la posibilidad de acabar la carrera de Medicina y el posible retorno a la estructura del club, su club. Muchos pensamientos, probablemente demasiados se agolpan en esos momentos. Un ruido o quizás la voz del fotógrafo interrumpen los pensamientos y le devuelven a tierra firme. Es hora de vestirse y continuar el homenaje. 


No hay comentarios:

Publicar un comentario