lunes, 29 de abril de 2019

El estadio de la Ciudad Lineal

Esta semana no vamos a recordar ningún partido en concreto ni a ningún jugador, sino que vamos a rescatar el aniversario de la inauguración del campo que hizo de puente entre el viejo recinto madridista de O’Donnell y el antiguo Chamartín. Un estadio bastante desconocido en el que el Madrid apenas jugó partidos, pero que fue el preludio de un cambio que a la postre fue histórico. Hoy hablaremos del estadio de Ciudad Lineal. 

En 1922 el Real Madrid jugaba en el estadio de O’Donnell, ubicado en la parcela que delimitan las actuales calles de Duque de Sesto, Fernán González, O'Donnell y Narváez. Aunque históricamente el campo es conocido por el apellido del político y militar Leopoldo O'Donnell, en realidad el campo de fútbol estaba registrado en la calle Narvaez, en concreto en el numero 13. Debido al auge que experimentaba el fútbol en la capital este se quedaba pequeño para la demanda de aficionados que se agolpaban en el recinto los días de partido. Al mismo tiempo la ciudad seguía creciendo y la zona donde estaba el estadio, pleno barrio de Salamanca, estaba empezando a ser objeto de nuevas construcciones para saciar el incremento de la demanda de la población. Como quiera que el Madrid no tenia el terreno en propiedad sino arrendado por 1000 pesetas, 6 euros, de la época, los propietarios empezaron a presionar al club para que se trasladaran y poder vender el solar para la construcción de pisos. Esto supuso un grave descalabro al club, y como recordaría años después Bernabéu, parecía que el abandono del campo era el final de la entidad como tal. Exagerados pesimismos aparte, la búsqueda de otra ubicación para el nuevo estadio comenzó y rápidamente trajo sus frutos. 

En Junio de ese mismo año ya empiezan a aflorar los rumores acerca del cambio del estadio y la prensa se hacia eco de ello anunciando que el Real Madrid había adquirido el Velódromo existente en la Ciudad Lineal para convertirse en el nuevo estadio madridista. El campo tendría hierba con lo cual se convertiría en uno de los escasos terrenos de este tipo que había en la capital para la practica del futbol, recordemos que el Madrid jugaba en O’Donnell en tierra, ademas de tener mayor capacidad de espectadores que O’Donnell por lo cual era apetecible para el club. Sin embargo las desventajas del traslado eran notorias. El Velódromo se había inauguró en junio de 1910 y en él, antes de la llegada del Real Madrid, se celebraron pruebas ciclistas, motorizadas y atléticas, entre ellas partidos de fútbol aunque del Campeonato regional de 2ª y 3ª categoría, dado que tenia una pista peraltada para bicicletas y motocicletas, de 6,5 metros de ancha; un campo central con pista para atletismo de 5 metros de ancho y un campo de fútbol de 90 metros de largo por 50 de ancho. Ademas de estas peculiaridades el recinto estaba ubicado lejos del centro de la ciudad y muy mal comunicado con apenas un par de lineas de tranvía que no eran directas. La llamada Ciudad Lineal era una zona de Madrid en la cual Arturo Soria intentó llevar a cabo un modelo de organización de una ciudad articulado a través de una gran avenida, al margen de la cual se establecerían las casas de sus habitantes, y por el cual pasaran tranvías, con calzadas para peatones y otras para carros y animales. La idea original solo pudo llevarse acabo en una pequeña parte ubicada en la actual calle que lleva el nombre del urbanista y que comprende la zona entre la calle Alcalá y el distrito de Chamartín.

Animación con la ubicación del estadio de Ciudad Lineal ayer y hoy.
(Gif de Ricardo Marquez)

Para hacer mas atractivo el cambio la prensa aseguraba en sus informaciones la fácil comunicación con el transportes publico los días de partido e incluso los mas audaces ponían fecha y rival para la inauguración: el 29 de Septiembre contra el FC Núremberg. Cuando este equipo, parece ser que no pudo asistir, se anuncio que seria para Octubre la inauguración con un partido entre el campeón regional de Andalucía, el Sevilla. Sin embargo la realidad era mas caprichosa y el Madrid tuvo que acondicionar el recinto ya que los partidos de primer nivel requerían otras características por lo que la inauguración se fue posponiendo. Finalmente las obras de acondicionamiento, que fueron dirigidas por el exfubolista blanco y arquitecto José María Castell,  acabaron finalizando en 1923, proponiéndose el 29 de Abril de 1923 como fecha para la inauguración oficial, ya con un campo de juego de 108 por 63 metros, lo que ocasionó la desaparición de la pista de atletismo, aunque se mantuvo la pista que daba nombre al estadio.

La reforma dispuso que la entrada general tuviera gradas donde se podían sentar los aficionados, a diferencia del estadio de O’Donnell que tenia como gran mayoría localidades de pie. En el lado opuesto se coloco la misma tribuna de preferencia que el Club tenía en el antiguo campo, al mismo tiempo que se habían construido nuevas tribunas para la Familia Real, la prensa y varios palcos. Todo esto fue mostrado la mañana del partido por parte de la directiva madridista a dirigentes de otras sociedades, prensa, jugadores y algunos aficionados, para posteriormente dar una comida a los invitados en el Casino de la Ciudad Lineal.

Anuncio en prensa con la inauguración del estadio

Para la inauguración se intento darle gran realce y para ello se cursó invitación a la Casa Real, el club ya tenia la distinción Real desde hacia 3 años, y esta acepto gustosa asistiendo al encuentro los infantes Don Jaime, Don Juan y Don Gonzalo. Bajo un agradable sol de primavera, y con mas de 10000 aficionados presentes, a las cuatro de la tarde fue la hora designada para el comienzo del encuentro amistoso, que tuvo como rival al Real Unión Club de Irún. Poco antes del comienzo, el Infante Don Juan bajo al césped acompañado de Pedro Parages, presidente madridista, para realizar el saque del honor del partido.  Para la historia quedaran las alineaciones madridista de Martinez, Pololo, Peris, Mengotti, Adarraga, Sicilia, Lambam, Bernabeu, Ubeda, Mejias y Del Campo,  y la irundarra de Muguruza, Carrasco, Berges, Anatol, Gamborena, Villaverde, Echeveste, Matias, Vazquez, Rene Petit y Errauzquin. Arbitrador por Luis Colina y como curiosidad los jueces de linea fueron dos madridistas, el veterano Ricardo Rocamora y el novel José María Muñagorri. 

Panorámica del estadio el día de la inauguración.

El partido en si no tuvo mucha historia. El Unión ya no tenia la calidad de antaño aunque tenia en el exmadridista Rene Petit a su gran jugador. El Madrid por su parte llegaba con sensibles bajas y es que Quesada, Escobal, Monjardin, Felix Perez y De Miguel no pudieron ser de la partida al encontrarse lesionados. El que si apareció fue José María Úbeda para marcar el primer gol a pase de Bernabéu y el segundo tras una jugada personal regateando a varios contrarios. Con ese 2-0 el Real Madrid inauguraba su primer estadio con césped. Durante el intermedio del encuentro se aprovecho la pista que circundaba el campo para  ofrecer una exhibición de ciclismo y motos. 

Exhibición en el estadio del Real Madrid.

Como quiera que ya esa temporada estaba próxima a finalizar, no fueron muchos mas partidos lo que se jugaron en el estadio. La temporada 23-24 siguió siendo el hogar del Real Madrid, pero la ubicación del campo seguía siendo mala al no mejorar las condiciones del transporte publico, ademas que la ampliación del recinto no tenia muchas posibilidades de crecer mas allá de la reforma, por lo que en el club surgió el temor a que la hinchada le diera la espalda al tener estos inconvenientes. Recordemos que por aquel entonces no existía aun la Liga de Fútbol, y la mayoría de los partidos que se jugaban era amistosos, ya que las únicas competiciones oficiales eran el Campeonato Regional, y dependiendo de su clasificación en este, el poder jugar el Campeonato de España o Copa del Rey.  Para mas inri, como años mas tarde recordaría el histórico jugador Félix Pérez en conversación con el periodista de ABC, Gilera: “[…] el terreno era panzudo por culpa del peralte en las curvas, era curioso a primera vista, pero era feo como un demonio por dentro y por fuera, y estaba cerca de Alcalá de Henares. […] el terreno era desigual y se hacia uno polvo los tobillos”. Si hoy en día con las actuales carreteras hay casi 40 kilómetros hacia Alcalá de Henares desde Madrid, da una idea de como veían en aquellos tiempos la ubicación del estadio en comparación con el resto de la ciudad. Solo basta ver el mapa que hemos puesto para comprender que no tenia una gran facilidad de acceso el recinto para los habitantes del núcleo central de la ciudad. 

Ubicación del estadio conforme al plano de Madrid.

El Madrid apenas jugaría una veintena de partidos en aquel estadio ya que viendo el panorama el club se puso manos a la obra para buscar un terreno donde se pudiera construir un campo en condiciones y que estuviera mejor comunicado. El sueño de la Ciudad Lineal se fue desvaneciendo para aparecer en el horizonte el campo de la carretera de Maudes, el histórico estadio de Chamartín al cual se mudo en Mayo de 1924. Pero eso, como ya hemos dicho muchas veces, es historia para otro día. 

Otra toma del estadio de la Ciudad Lineal extraída del Archivo de Ruiz Vernacci. 


(Articulo original nuestro publicado en Soy Madridista el 28 de Abril de 2018. Versión corregida y aumentada)