miércoles, 22 de febrero de 2017

Solidaridad madridista con el Valencia CF

Hoy visitamos Mestalla, un campo donde en los últimos años se ha acrecentado en gran manera, por parte de los aficionados locales, un sentimiento antimadridista: el fichaje de Predrag Mijatović, la victoria en la final de la Champions en París o ciertos arbitrajes sufridos por el conjunto che, pueden que sea el caldo de cultivo de ese sentimiento. Sin embargo hoy queremos recordar un hecho sucedido hace 60 años que reflejaba la solidaridad entre ambos clubes y la amistad entre los presidentes: Santiago Bernabéu y Luis Casanova. 

Las lluvias caídas entre el 12 y el 13 de Octubre de 1957 en la provincia de Valencia , algunos pueblos del interior de la provincia incluso llevaban recibiendo lluvias desde hacía treinta horas, hicieron que los ríos Palancia y Mijares en Castellón más el barranco del Carraixet y los ríos Magro y Turia en Valencia crecieran de manera alarmante. En la noche del domingo ya se dieron los primeros avisos: la crecida del rio era preocupante. Tras varias horas se decidió dar la voz de alarma a la Guardia Civil, Policía, vigilantes y serenos de Valencia para que se pusieran en lo peor pese a que en la misma ciudad no estaba lloviendo.

Poco después de la medianoche las previsiones se convirtieron en realidad. El Turia desbordo el limite y la naturaleza siguió su curso: el agua invadió las calles de la ciudad y para acompañar la desgracia comenzó a llover con intensidad. Tal fue la cantidad de agua que llego a la ciudad, que parte de la misma quedo sumergida llegando en algunos puntos a cubrir el agua 5 metros de altura. Fue curioso comprobar como la Valencia romana quedo intacta. Tras una noche dantesca al medio día llego la 2ª riada, cuando el agua de la primera riada había bajado. Esta riada fue peor y causo mas daños, inundando barrios enteros, cediendo cimientos de casas y puentes. Se calcula que el caudal del Turia sumado al del Carraixet superó los 6.000 metros cúbicos por segundo inundando cerca de 2.200 hectáreas. A las siete de la tarde el agua por fin bajó, dejando tras de sí mas de 80 muertos, un sinfín de destrucción, montañas de barro y cuantiosos daños materiales. 



El estadio de Mestalla tampoco se libró del agua siendo anegados los vestuarios y llegando a embalsarse el agua hasta los largueros de la portería. La estructura del estadio, que había tenido obras hacia poco tiempo, aguanto y no se produjeron daños relevantes en la gradas salvo en las zonas mas cercanas al terreno de juego. El césped quedo muy dañado y tuvo que ser sustituido. Como "recuerdo" de aquello se coloco una placa situada sobre la puerta de acceso al túnel desde las escaleras que conducen al vestuario local señalando la altura alcanzada por las aguas junto a la leyenda: "Hasta aquí llego la riada".




Pese a que gran parte de las comunicaciones quedaron cortadas, la noticia de la tragedia corrió como la pólvora por el resto del territorio nacional. Un gran corriente de solidaridad que tuvo eco en el fútbol español y en concreto, por la parte que nos interesa, desde el Real Madrid. Apenas restablecidas las comunicaciones, Bernabéu envió a Luis Casanova una efusiva carta en la cual ofrecía al club madridista para que contara con el y con el equipo en cualquier iniciativa que pudiese aliviar la trágica situación vivida. Asimismo el Real Madrid contribuyo con 100.000 pesetas de la época, a la suscripción abierta en pro de los damnificados por la riada. 

Dicha carta fue contestada en los siguientes días por Luis Casanova de la cual dejamos constancia a continuación.:


Ampliamos el post aprovechando el aniversario del fallecimiento de Vicente Peris, tal día como hoy de 1972, por lo cual traemos el recuerdo que publico el Real Madrid en el Boletín Oficial del club sobre tan luctuoso suceso. El autor del texto fue el mismo gerente madridista Antonio Calderón, quien de esa forma quiso homenajear a su homologo valencianista en unos años de una relación casi fraternal entre ambos clubes. Prueba de ello es que el club que presidia Bernabéu estuvo varias décadas sin fichar a ningún jugador valencianista.




sábado, 11 de febrero de 2017

Aquellos CA Osasuna - Real Madrid de los 80

Puede parecer sorprendente pero hasta Febrero de 1981 no jugo el Real Madrid su primer partido oficial en el Sadar. El descenso de categoría en 1963 hizo que estuviera dando tumbos por 2ª y 3ª División durante 18 años, durante los cuales tan solo hizo acto de presencia en 2 ocasiones: la primera en el viejo estadio de San Juan para jugar un partido a beneficio de la viuda e hijas del arbitro navarro Donato Hernandez Rabanal, que falleció poco después de haber arbitrado un encuentro; la segunda para jugar en El Sadar un partido con motivo de las Bodas de Oro del CA Osasuna, donde se enfrento a un combinado de jugadores que habían vestido o vestían la camiseta del Osasuna. En el mismo encuentro también se homenajeo al ex arbitro navarro Daniel Zariquiegui, quien hizo el saque de honor. Ambos partidos se saldaron con derrotas blancas: 4-2 y 2-0.

Con estos precedentes se antoja extraño el clima bronco que se encontró desde su primera visita y que tuvo su mayor punto álgido en toda la década de los 80. Si acaso algunos podían augurar que en la antepenúltima jornada del ultimo año osasunista en primera, el Madrid empato en San Juan "ayudando" a que el Osasuna no saliera de la tabla baja. El debut madridista en el Sadar causo expectación colocándose el cartel de "no hay billetes" en taquillas. Llegaba el Madrid con unos resultados como visitante desastrosos, era la jornada 25 y el Madrid tan solo habia podido ganar fuera de casa en la 1ª jornada en Almeria. El Osasuna se adelanto con gol de Iriguibel a la media hora de partido pero poco a poco se fue diluyendo lo que aprovecho Pineda para empatar al limite del descanso y adelantar Garcia Hernández al Madrid, a los 10 minutos de la 2ª parte. Puede que esto motivara la reacción del publico, porque lo cierto es que el partido tampoco tuvo mucho mas reseñable que pudiera soliviantar al respetable, pese a que un sector de la grada se paso todo el partido lanzando objetos al césped. A falta de 10 minutos el arbitro Guruceta ordeno al delegado de campo que retirara a un grupo de jóvenes que estaban sentados a pie de césped en un banco, ya que no hacían mas que lanzar bolas de nieve al meta madridista. Estos se negaron a irse por lo cual tuvo que entrar la policía para intentarlo ante lo que se encontraron con un lanzamiento de botellas desde la grada por lo cual finalmente se opto por dejar a los chavales sentados en el banco. Tras reanudarse el juego, que estuvo varios minutos parados por los incidentes, los ánimos estaban calientes y poco después un linier era alcanzado por un objeto en la entrepierna, aunque pudo reincorporarse sin problemas y finalizar el partido. 

Debido a los incidentes el Gobernador Civil de Pamplona abrió una investigación y pidió explicaciones al Osasuna por el comportamiento de sus seguidores. 


Las  siguientes visitas fueron mas tranquilas a nivel de graderios, en parte seguramente por las victorias locales. En la temporada 81-82 el Osasuna remonta un partido que había puesto 1-2 el Madrid tras una exhibición en la primera parte, pero que no fue capaz de sostener y acabo perdiendo por 3-2 (Martin, Iguiribel y Echevarria; Camacho y Pineda); en diciembre del 82 nuevamente caía por 2-1 (Ripodas y Echevarria; Santillana) en lo que mas destacable fue el riguroso penalti del primer gol rojillo, la expulsión de Santillana por insultar al arbitro según se reflejo en el acta, que extraño a la expedición blanca dado el carácter del cántabro, y la aparición de un cochinillo en el cesped con una camiseta madridista con el 7 de Juanito a la espalda; en la 83-84 ambos equipos empataban a 1 (Iguiribel; Santillana) en un partido que fue el estreno como entrenador de Juan Santisteban que suplio la baja de Alfredo Di Stefano debido a un golpe de lumbalgia que no le permitía levantarse de la cama. 

Nuevo tropiezo en la temporada 85-86, donde el Madrid llegaba en el tramo final de liguero al Sadar a 14 puntos del líder (recordemos que las victorias valían 2 puntos) y en medio de un clima de declaraciones de Lozano y Santillana acerca de sus suplencias. El belga, que ni siquiera era ya convocado, se quedaba a gusto: "Con mi calidad tendría que jugar hasta cojo", mientras que el cántabro, que estaba últimamente probando las mieles del banquillo, no veía tal razón para ello: "Me quieren retirar. Voy a jugar dos años mas, si el Madrid no me quiere lo haré donde sea".  Las decisiones de Amancio no sentaban bien a todos. El partido tuvo poca historia y el Real Madrid volvió a perder 1-0 (Lumbreras) lo que se convertía en la 4ª temporada consecutiva sin ganar allí. 


En Octubre de 1985 cambia la racha y un solitario gol de Hugo Sánchez daba el triunfo blanco. Hasta este año el comportamiento del publico en Pamplona había sido correcto, dentro de lo habitual en como eran los estadios en los años 80, algunos lanzamientos de objetos al césped pero poco mas. Llegamos a la temporada 86-87 y nuevamente en Octubre un Madrid líder visita Pamplona y esta vez la cosa cambia. Al poco de comenzar el partido, Gallego se acerca a la esquina del fondo sur y es alcanzado por un objeto desde esa zona. Se monta el típico remolino de jugadores, los osasunistas intentando aplacar a su hinchada mientras que siguen volando objetos y otro de ellos alcanza a Jorge Valdano. Casi 5 minutos con el partido parado fue el balance de los incidentes. En la reanudación el Osasuna derroto al Madrid por 1-0 cortando el liderato blanco justo antes del encuentro ante el Barsa. 

La castaña que impacto en Gallego y el tornillo que hizo lo propio con Valdano trajo sus consecuencias: el comité de competición clausuró por un partido el estadio de El Sadar. El destierro lo jugaría en la Romareda ante el Murcia donde en las grada apareció una pancarta: "Real Madrid aprende a perder". Desde Pamplona veían manos negras y presiones para que cerraran el estadio. Las conspiraciones ya estaban a la orden del día. 

El azar deparo que esta no fuera la única visita madridista a El Sadar, el bombo deparo que ambos se vieran en cuartos de final de la Copa del Rey, primero en Pamplona. Para el partido de ida en Febrero la AFE designo a Juanito y Lecumberri para que hablaran con sus respectivas plantillas y bajaran el tono de algunas manifestaciones que se habían cruzado entre jugadores de ambos conjuntos. Por su parte el presidente del Osasuna, Fermín Ezcurra, dio una rueda de prensa para anunciar que se doblaban el numero habitual de guardias jurados así como un incremento de policías en las puertas de acceso al campo para impedir la entrada de objetos que pusieran ser lanzados al terreno de juego. 

Cuando todos esperaban el encuentro la tragedia hizo acto de presencia la mañana del partido. El BMW en el que viajaban el arbitro y los linieres designados para el partido se estrellaba en la A2 en la provincia de Huesca: Emilio Guruceta y el linier Eduardo Vidal fallecían en el accidente. Desde la federación, no se sabe muy bien por que, no se quiso suspender el encuentro y enviaron a Donato Pes Perez para que dirigiera el encuentro. A las 20:30 con una aparente normalidad comenzaba el encuentro tras un minuto de silencio que se rompió con gritos de "Guruceta, Guruceta" y una ovación para el trencilla. 

Sin embargo el luto no llevo la tranquilidad a las gradas y nuevamente los jugadores madridistas fueron blanco de las iras de una parte del publico. Mediada la primera parte se tuvo que parar el partido debido al lanzamiento de objetos contra la portería defendida por Paco Buyo, quien finalmente fue alcanzado por uno de ellos. Michel y Hugo Sánchez también fueron alcanzados por el lanzamiento durante la segunda parte. El Real Madrid derroto por 1-2 al Osasuna, goles de Ripodas, Valdano y Hugo Sánchez y para evitar al centenar de personas que les esperaban a la salida, la plantilla madridista abandono el estadio en furgones de la policía. En el acta del partido se reflejaba que los linieres fueron rociados con vino y el lanzamiento de botellas de vidrio, botes, bolas, bocadillos, un paraguas y hasta un conejo que fue sacado del césped. Al día siguiente el técnico madridista Leo Beenhakker no se mordía la lengua en sala de prensa.



El Comité de Competición tomo cartas en el asunto y volvió a cerrar el estadio pamplonica por un partido. Osasuna llevo de urgencia el recurso al Comité de Apelación dado que el siguiente partido rojillo se jugaba ante el Real Zaragoza retransmitido por Televisión y la no emisión desde El Sadar perjudicaría sus intereses económicos, hay que recordar que los equipos no cobraban por televisión ni un fijo ni las mismas cantidades de hoy. Apelación tuvo en cuenta el recurso navarro y cambio el cierre por un apercibimiento y una sanción de 100.000 pesetas.  El presidente osasunista se alegro de esta decisión pero critico las declaraciones de Beenhakker y Buyo que según el ayudaron a la sanción del Comité de Competición. 

Hasta Febrero de 1988 no volvieron a verse las caras por El Sadar ambos conjuntos y esta vez con ausencia de incidentes desde la gradas aunque no desde el césped: Hugo Sánchez fue expulsado después de agredir a Pizo Gomez. En cuanto al marcador, Goicoechea adelanto a los locales, Hugo acorto de penalti y Ripodas dio la victoria definitiva al Osasuna. Sin embargo lo peor estaba por venir. 

En Enero de 1989 fija el calendario la siguiente visita blanca que se convertiría en la más polémica de todas. Varias pancartas contra Buyo, una de las cuales fue quemada tras el bengaleo que recibió a los equipos anticipaban el resultado final. Se jugo únicamente la primera parte del partido hasta que al filo del descanso el tinerfeño Socorro Gonzalez, decidió la suspensión del mismo. Hasta 3 veces se paro el juego debido al lanzamiento de objetos y petardos que caían sobre la portería defendía por Buyo, pese a que 2 veces se había pedido desde la megafonía que pararan tales acciones. Y menos mal que Osasuna iba ganando gracias a un gol de Pizo Gómez. El acta no dejaba lugar a dudas:


Socorro González ordena la suspensión del partido.

Los jugadores toman el túnel de vestuarios. 

Finalmente el Madrid abandono Pamplona por carretera escoltado por la policía y con una luna rota en el autobús. En los vestuarios y al día siguiente hubo declaraciones de todo tipo: 

Michel: "Le dije al arbitro que prefería perder el partido y no la vida"
Joan Gaspart: "Sea cual sea el fallo del Comité de Competición, siempre favorecerá al Madrid"
Ripodas: "Gallego me llamo terrorista, asesino y que era igual que los que tiraban objetos"
Fermín Ezcurra: "Osasuna es un club que ha intentado siempre ser una bandera de la deportividad y, sin embargo, hoy se nos ha ido todo abajo. Le pido disculpas a los jugadores del Real Madrid y a la afición. Espero que sepan disculparnos"

Finalmente el Comité de Competición, del cual formaba parte un socio del FC Barcelona en excedencia, clausuro El Sadar por 3 partidos ademas de imponer una multa de 200.000 pesetas. Finalmente la sanción se redujo a 2 partidos que cumplió jugando en Mendizorroza. En cuanto a la reanudación del partido, se jugo varios meses después en Zaragoza, en concreto el 3 de mayo y a puerta cerrada donde Hugo Sánchez marco de falta a escasos 5 minutos del pitido final, dejando el marcador en empate a 1.

Con este partido se acabaron la visitas madridistas a Pamplona en la década de los 80. Partidos duros, aguerridos, emocionantes y que no dejaban a nadie indiferentes.